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20 Cada soldado abatió a su adversario, y los sirios tuvieron que huir. Los israelitas los persiguieron, pero Ben Adad, rey de Siria, escapó a caballo con algunos de sus jinetes. 21 El rey de Israel avanzó y abatió a la caballería, de modo que los sirios sufrieron una gran derrota.

22 Más tarde, el profeta se presentó ante el rey de Israel y le dijo: «No te duermas en los laureles;[a] traza un buen plan, porque el año entrante el rey de Siria volverá a atacar».

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Footnotes

  1. 20:22 No te duermas en los laureles. Lit. Ve y fortalécete.